domingo, 2 de julio de 2023

Postmodernidad sexual saludable

Homosexualidad, minorías y manipulación en beneficio de los grandes poderes.




Tus preferencias sexuales NO te convierten en minoría. Sigues siendo la misma persona con los mismos derechos y obligaciones, independientemente de lo que hagas en tu intimidad. Así está redactado en la Constitución, tanto española como en la rusa. Es la ley. Punto.

Otra cosa es el estigma y la presión social, a lo cual lo único que puedo argumentar es que no se puede gustar a todo el mundo. No voy a entrar en lo moral porque no es objetivo.  Nadie tiene el derecho de imponer los gustos (y mucho menos sexuales) a nadie. Antes fueron los heteros con los gays, y ahora es al contrario. Occidente es vuestro. Muy bien, os felicito. Pero acepta (si hablamos de respeto) que hay otras culturas a las que ese rollo no le va.

Si a mí me gustase tener relaciones sexuales con una cabra y a ti no eso no me convierte en minoría oprimida. Y si a ti no te gusta tener relaciones sexuales con cabras yo no voy a ir a tu país a decirte que eres un caprófobo, ni a crear un mes del orgullo caprino, ni a montar ONGs pro-cabras, ni lobbies, ni chiringuitos, ni gobiernos, ni jueces que te juzguen por delito de odio hacia mi persona, simplemente porque mantener relaciones sexuales con cabras no está entre tus preferencias. ¿Entiendes lo que quiero decir? Yo no soy nadie para venir a tu casa y decirte cómo tienes que vivir tu sexualidad simplemente porque yo tenga unos gustos determinados que no coinciden con los tuyos.

Y el término “minoría” es algo que está demasiado retorcido hoy en día. Ahora a cualquier cosa se le llama minoría. La mayoría de los hombres orinan de pie, pero hay otros que lo hacen sentado. ¿Se convierten entonces éstos en una minoría que hay que respetar, equiparada (como tu ejemplo) a los indígenas americanos masacrados por los ingleses? ¿O podríamos utilizar de una vez por todas el sentido común y dejar de meternos en la vida privada de los demás?

No se trata ni siquiera de preferencias sexuales, sino de una nueva lucha de clases: el gay contra el hetero, las feminazis contra el hombre, el negro contra el blanco, el progre contra el liberal, el vegano contra el carnívoro, el animalista contra el taurino, los anticapacitistas, los antigordófobos…

…el Madrid contra el Barcelona, Cocacola contra Pepsi, playa contra montaña, perro como mascota contra gato como mascota… ¿¿Te das cuenta de a qué absurdo hemos llegado?? Hay que ser muy idealista (o muy inocente) como para creer que la orientación sexual (sea la que fuere) es algo por lo que estar orgulloso. No es más que un arma más de Soros para destruir la población.

Y eso en Rusia no se acepta.

Y sobre historia de Rusia. Los bolcheviques abolieron como delitos cosas como la homosexualidad, el divorcio y el aborto. Abolirlos como delitos no significa que a partir de 1917 había mes del orgullo lgbt por las calles de Moscú, sino que simplemente dejaban de existir como delito en el código penal. Eso significa que ya nadie sería juzgado y condenado por su orientación sexual, pero no significa que la gente iba libremente pregonando a los cuatro vientos su orientación sexual. De hecho existían “clínicas de desintoxicación” para homosexuales en esos primeros años de la URSS. Es decir, nadie te condena por ser gay, pero aún así la sociedad no lo veía bien.

Y una versión de eso es lo que ha quedado en la Rusia actual. Nadie te condena por ser gay. Haz lo que quieras con quien quieras en la intimidad de tu casa y no te metas en la intimidad de los demás. Sobre todo si vienes promovido y financiado por EE.UU.

Autor: Daniel Salvador