Médicos: amenaza contra la salud por sismo chileno
6 de marzo de 2010, 08:36 AM
CONCEPCION, Chile (AP) - Montañas de escombros y toneladas de pescado podrido han convertido a las poblaciones costeras sacudidas por el sismo del 27 de febrero y el subsiguiente tsunami en focos de infección, advirtieron los médicos.
Mientras los chilenos hacían fila el viernes para recibir inyecciones contra el tétano y la hepatitis en el primer día de una campaña masiva de vacunación, los médicos indicaron que los casos de diarrea aumentan debido a que la gente bebe agua sin purificar y cada vez más pacientes sufren heridas al caminar entre los escombros y restos del sismo.
"Seguimos necesitando agua, sistemas eléctricos, un sistema viable de alcantarillado. necesitamos limpiar el pescado que se pudre en las calles. Necesitamos retretes portátiles con dispendio químico, y cuando comience a llover, la gente que vive en carpas se mojará y enfermará", dijo el alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra, cuya ciudad portuaria resultó muy dañada por el sismo y el tsunami.
Además, el gobierno encara otros problemas de salud. El saqueo de las farmacias provocó escasez de medicamentos para la gente que sufre de diarrea, hipertensión y dolencias psíquicas, y 36 hospitales resultaron extensamente dañados o destruidos por el sismo.
Chile dijo que más de una decena de sus hospitales de campaña civiles y militares funcionaban el viernes, y hospitales móviles de otra media docena de países iniciaron sus labores o están a punto de hacerlo : una situación inusual para un país que envía equipos de ayuda y rescate a diversos lugares del mundo.
Empero, la mayoría de las unidades extranjeras no atendían a nadie una semana después del desastre. Chile insistió que las naciones donantes deben coordinar primero su actuación con las autoridades del sistema público de salud.
Un hospital de campaña peruano abrió sus puertas el jueves en Concepción con tres quirófanos y 28 camas. Pero los cirujanos y especialistas en trauma permanecieron el viernes de brazos cruzados, a la espera de pacientes que les deberían enviar las autoridades locales de salud.
Luis Ojeda, un doctor español que trabaja con Médicos sin Fronteras, dijo que su equipo llegó el lunes pero sigue aguardando las instrucciones de Chile sobre el lugar en que debe quedar emplazado.
Mientras los chilenos hacían fila el viernes para recibir inyecciones contra el tétano y la hepatitis en el primer día de una campaña masiva de vacunación, los médicos indicaron que los casos de diarrea aumentan debido a que la gente bebe agua sin purificar y cada vez más pacientes sufren heridas al caminar entre los escombros y restos del sismo.
"Seguimos necesitando agua, sistemas eléctricos, un sistema viable de alcantarillado. necesitamos limpiar el pescado que se pudre en las calles. Necesitamos retretes portátiles con dispendio químico, y cuando comience a llover, la gente que vive en carpas se mojará y enfermará", dijo el alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra, cuya ciudad portuaria resultó muy dañada por el sismo y el tsunami.
Además, el gobierno encara otros problemas de salud. El saqueo de las farmacias provocó escasez de medicamentos para la gente que sufre de diarrea, hipertensión y dolencias psíquicas, y 36 hospitales resultaron extensamente dañados o destruidos por el sismo.
Chile dijo que más de una decena de sus hospitales de campaña civiles y militares funcionaban el viernes, y hospitales móviles de otra media docena de países iniciaron sus labores o están a punto de hacerlo : una situación inusual para un país que envía equipos de ayuda y rescate a diversos lugares del mundo.
Empero, la mayoría de las unidades extranjeras no atendían a nadie una semana después del desastre. Chile insistió que las naciones donantes deben coordinar primero su actuación con las autoridades del sistema público de salud.
Un hospital de campaña peruano abrió sus puertas el jueves en Concepción con tres quirófanos y 28 camas. Pero los cirujanos y especialistas en trauma permanecieron el viernes de brazos cruzados, a la espera de pacientes que les deberían enviar las autoridades locales de salud.
Luis Ojeda, un doctor español que trabaja con Médicos sin Fronteras, dijo que su equipo llegó el lunes pero sigue aguardando las instrucciones de Chile sobre el lugar en que debe quedar emplazado.
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