Impacto de la Pandemia de COVID-19 en la Mortalidad Cardiovascular: Un Retroceso en Décadas de Progreso
Por: Víctor Villagra
La pandemia de COVID-19 no solo representó una crisis sanitaria global por su impacto respiratorio, sino que también alteró significativamente las tendencias de mortalidad por enfermedades cardiovasculares (ECV) en Chile y el occidente colectivo.
Antes de 2020, países como EE. UU. y Chile mostraban una disminución constante en las muertes por ECV gracias a avances en prevención y tratamiento. Sin embargo, desde el inicio de la pandemia, se observó un aumento alarmante en las tasas de mortalidad cardíaca y accidentes cerebrovasculares (ACV), revirtiendo años de progreso en salud pública. Este artículo analiza las posibles consecuencias de la pandemia en la mortalidad cardiovascular, destacando factores clave como la interrupción de la atención médica, el impacto directo del SARS-CoV-2 en el sistema cardiovascular y las disparidades en poblaciones vulnerables.
Aumento Generalizado en la Mortalidad Cardiovascular
- Entre 2010 y 2019, EEUU. registró una reducción del 9.8% en muertes por enfermedades cardíacas, pero en 2020 hubo un aumento del 4.1%, equivalente a perder 5 años de progreso en la población general y 10 años en adultos jóvenes y afrodescendientes.
- En Chile, aunque hubo una reducción general en muertes cardiovasculares en 2020 (–4%), se observó un exceso de mortalidad en mujeres (5%) y adultos mayores de 80–89 años (11%), especialmente por enfermedades hipertensivas .
Según los resultados de búsqueda disponibles, no se encontraron datos específicos del INE de Chile sobre tasas de mortalidad por accidentes cardiovasculares posteriores a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, se puede analizar información relevante de fuentes internacionales y regionales que reflejan tendencias globales, incluyendo impactos en poblaciones hispanas y datos comparativos. A continuación, se presenta un resumen estructurado:
Impacto global de la pandemia en mortalidad cardiovascular
- Aumento significativo en EE.UU.: En 2020, las muertes por enfermedades cardiovasculares (ECV) aumentaron un 4.6% respecto a 2019, el mayor incremento en años. Este fenómeno se atribuyó tanto a efectos directos del virus (inflamación, coágulos) como a la reducción en la atención médica durante la pandemia en el Sistema de Salud Norteamericano.
- Disparidades raciales/étnicas: Las poblaciones asiáticas, negras e hispanas mostraron los mayores aumentos en mortalidad cardiovascular, vinculados a factores como acceso limitado a salud y comorbilidades preexistentes.
Situación en Chile (datos indirectos y contextuales)
- Mortalidad por COVID-19: Chile reportó una tasa nacional de 328 muertes por 100,000 habitantes durante la pandemia, con enfermedades cardiovasculares y diabetes como comorbilidades frecuentes en casos graves.
- Covid persistente y riesgo cardiovascular: Pacientes hospitalizados por COVID-19 entre 2020-2022 mostraron mayor riesgo de eventos cardíacos adversos hasta 3 años después de la infección, incluyendo hipertensión y accidentes cerebrovasculares.
- Falta de datos locales: Como dijimos anteriormente, no se hallaron estadísticas desagregadas del INE de Chile sobre mortalidad cardiovascular post-pandemia. La página del INE vinculada permite consultar tasas por comunidades autónomas (España), pero no datos chilenos.
Factores exacerbados por la pandemia
- Retraso en atención médica: A nivel global, muchos pacientes evitaron hospitales por miedo al contagio, lo que aumentó complicaciones cardiovasculares.
- Comorbilidades: La obesidad, diabetes e hipertensión —factores de riesgo clave para ECV— se asociaron con mayor gravedad de COVID-19 y secuelas prolongadas.
Causas multifactoriales
- Interrupción de la atención médica: El miedo al contagio y las restricciones sanitarias llevaron a retrasos en diagnósticos y tratamientos de emergencias cardíacas.
- Efectos directos del COVID-19: El virus puede causar inflamación vascular, trombosis y miocarditis, aumentando el riesgo de infartos y ACV.
- Agravamiento de comorbilidades: Pacientes con hipertensión, diabetes u obesidad —factores de riesgo cardiovascular— tuvieron peores desenlaces al contraer COVID-19.
Grupos Vulnerables y Desigualdades Acentuadas en los sistemas de salud occidentales y el impacto en minorías étnicas y adultos jóvenes
- En EE.UU., las comunidades afrodescendientes, hispanas y asiáticas experimentaron los mayores aumentos en muertes cardiovasculares durante 2020, vinculado a menores accesos a salud y mayor prevalencia de comorbilidades.
- Los adultos jóvenes (35–54 años) sufrieron un incremento del 12% en muertes cardíacas en 2020, rompiendo la tendencia a la baja previa.
Adultos mayores y complicaciones a largo plazo...
- Un estudio español en supervivientes de COVID-19 mayores de 75 años mostró que el 9.6% desarrolló eventos cardiovasculares mayores (como insuficiencia cardíaca) en el primer año post-infección.
- En Latinoamérica, pacientes con fibrilación auricular (FA) previa y COVID-19 tuvieron 40% más mortalidad hospitalaria por complicaciones como arritmias graves.
Consecuencias Indirectas de la Pandemia y los cambios en el estilo de vida;
- El confinamiento exacerbó factores de riesgo como sedentarismo, consumo de alcohol y tabaquismo, contribuyendo al deterioro cardiovascular.
Saturación de sistemas de salud;
- En Chile, la caída del 42% en consultas de emergencia por ECV durante los primeros meses de pandemia reflejó barreras en la atención oportuna.
Lecciones y Recomendaciones Futuras para políticas públicas de salud;
Se requiere reforzar la prevención y el acceso equitativo a los sistemas de salud con...
- Campañas de control de hipertensión, diabetes y obesidad, especialmente en grupos de alto riesgo.
- Telemedicina y seguimiento activo de pacientes crónicos para evitar abandonos terapéuticos.
Al igual que, en Investigación y políticas públicas, se requiere...
- Monitorear el impacto a largo plazo del COVID-19 en la salud cardiovascular, dado que estudios sugieren mayor riesgo de ECV hasta 3 años post-infección.
- Abordar desigualdades estructurales que afectan a minorías y poblaciones rurales.
En suma, de los datos anteriores se puede argumentar que, mientras los datos globales muestran un aumento en la mortalidad cardiovascular post-COVID —especialmente en grupos vulnerables—, la falta de información pública actualizada del INE de Chile limita un análisis detallado.
Pero lo cierto es que la pandemia de COVID-19 dejó una huella profunda en la salud cardiovascular, revirtiendo progresos históricos y exponiendo vulnerabilidades en los sistemas sanitarios. Aunque para occidente, algunos países como Chile mostraron cifras globales estables, el aumento en grupos específicos (mujeres, ancianos y pacientes con FA) revela consecuencias ocultas.
Mitigar este impacto en un futuro inmediato, requerirá estrategias integrales que combatan no solo el virus, sino también sus secuelas sociales y médicas.
Fuentes claves:
Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del MINSAL ([enlace](https://deis.minsal.cl/)), que publica informes anuales de mortalidad.
Informes epidemiológicos del Instituto de Salud Pública (ISP) o la Superintendencia de Salud.
Fotografía de portada: https://radionuevomundo.cl/2021/11/14/paro-de-la-salud-publica-positivo-balance-y-no-se-descarta-intensificar-movilizaciones/
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